La gente suele pensar que aprender un nuevo idioma puede crear confusión en sus mentes. Creen que es mejor aprender bien un idioma que perder el tiempo con dos. Algunos estudios en el pasado parecían apoyar la idea de que aprender dos idiomas podía ser problemático; algunos investigadores habían especulado que las personas bilingües podrían tener un vocabulario más limitado y un acceso más lento a las palabras.
Afortunadamente, estos supuestos mitos e inconvenientes se han visto superados por una cantidad de investigaciones que, en cambio, muestran los extraordinarios beneficios psicológicos de aprender otro idioma. Y estos beneficios van mucho más allá de poder pedir una taza de café en Londres o preguntar dónde está la estación de París.
La facilidad para aprender idiomas es una realidad
Efectivamente, la «facilidad» para aprender idiomas es una realidad, pero es una condición que se debe trabajar y conseguir. La facilidad no deja de ser, en este caso, un estado mental. Una carencia de barreras culturales o psicológicas que nos impiden realizar acciones libremente.
Al contrario de lo que piensa mucha gente, aprender una segunda lengua no genera confusión ni tartamudeo, sino todo lo contrario. Al menos eso parece demostrar los últimos estudios y algunos casos excepcionales de personas de mucho